¿Es reciclar la solución a la basura?
Hace algunas semanas asistí al congreso del Estado de Nuevo León (donde yo vivo) para estar presente en la sesión en donde se discutiría la posibilidad de prohibir el consumo de bolsas de plástico y unicel (styrofoam) en el estado. Estaba muy emocionada pensando en la cantidad de basura que se iba a evitar si esta ley pasaba y los impactos positivos que iba a generar. Sin embargo en la mesa de discusión parecía que había otra agenda. La mayoría empezaron a discutir los beneficios del reciclaje y cómo no había porqué preocuparnos por la basura de las bolsas si estas se podían reciclar. Uno de los asistentes hasta llevaba ejemplos de artículos que el hacía con unicel reciclado para justificar que no había razón para que este material fuera prohibido.
Quedé impactada. El argumento de los beneficios del reciclaje no debía ser un diálogo para justificar el uso desmedido de plásticos desechables. Pero comúnmente lo es. Más de una vez me han dicho que no hay problema con el agua embotellada que “al cabo que el PET se recicla”. Y pensar que eso es una solución fácil me hace considerar que quizás no hay un entendimiento de qué conlleva en su totalidad el reciclar. Por tanto quise escribir esta nota.
Un sistema complejo
Reciclar es por definición un proceso industrial para descomponer un material y transformarlo en otro. Es aplicado actualmente como un sistema de manejo de residuos para recuperar valor económico y material a ciertos desechos en nuestros vertederos. Hoy en día existen muchos materiales que pueden ser reciclados: plásticos, metales, papel, cartón, vidrio e incluso otros más complejos en su composición como textiles, electrónicos y llantas.
Para que el reciclaje sea una realidad requiere de un sistema de pasos puntuales. Primero los materiales deben estar propiamente separados en clasificaciones para su recolección. Esta separación puede llevarse a cabo dentro del hogar o bien en un centro de acopio. La separación puede tener muchos errores por el desconocimiento de los consumidores así como la poca información presente en el material. Además hay muchos productos que están hechos con mezclas de materiales (como los tubos de pasta de dientes o empaques de papitas y galletas) que complica la separación entonces terminan siendo colocados en la categoría incorrecta.
En Monterrey los centros de acopio más comunes están en escuelas, universidades, supermercados y algunas plazas comerciales. Los materiales pueden ser comercializados desde su recolección, con la compra-venta de residuos como chatarra, metales o plásticos. Este comercio es muy común en México, donde se pueden encontrar individuos que van casa a casa en compra de residuos de valor, hasta colonias enteras en donde uno puede ir a vender este tipo de materiales. Estos mercados favorecen la recuperación de muchos materiales, pero al mismo tiempo desfavorece la recolección de otros por el valor comercial que tienen. Por ello es importante saber que no porque sea reciclable significa que en efecto si se va a reciclar.
Una vez separados son recolectados y transportados hacia los centros de reciclaje. En estos centros ocurre otro proceso de separación para catalogar los materiales adecuadamente y en categorías más específicas como por ejemplo el tipo de plástico. Para que los residuos sean reciclados deben estar limpios y procesados, pasos que también ocurren en estos centros. Esto deja el material listo para su manufactura.
En la manufactura los materiales son transformados en productos útiles nuevamente. Como proceso industrial requiere de maquinaria alimentada de energía eléctrica y energía térmica, lo que significa quema de combustibles, emisión de gases efecto invernadero y consumo de agua.
Ya como productos vuelven a ser empacados, transportados y comercializados en los centros de venta. Y la cadena vuelve a empezar.
Hoy en día encontramos un sinfín de productos hechos con material reciclado, como botellas, muebles, libretas y ropa. El marketing alrededor de estos productos es que al comprarlos estas ayudando al planeta y siendo “ecológico”. ¿Pero qué tan cierta es esta afirmación? Considerando todo el proceso que dio lugar a este producto, probablemente no tanto.
Beneficios superficiales
El reciclar sí presenta muchas ventajas. La principal es reducir la necesidad de consumir recursos naturales primarios o vírgenes al darles una segunda vida a los que ya fueron extraídos. Esto promueve la conservación y el manejo adecuado de los mismos, y contribuye a reducir la contaminación y daño ambiental que estas la actividades de extracción causan, como la minería y refinamiento. Sin embargo estas ventajas son solo beneficiosas, de acuerdo a la jerarquía de residuos, versus la recuperación energética y disposición en vertederos o confinamientos.
¿Solución?
Reciclar es una solución contra el manejo convencional de disposición, pero no es una solución para la sostenibilidad. Si queremos pensar en que este planeta nos pertenece a esta y a futuras generaciones debemos promover decisiones más integrales que consideren soluciones a largo plazo.
Podemos ahorrar todo ese proceso complejo y largo del reciclaje con simplemente reutilizar los productos o dejar de consumirlos. Pensar dos veces antes de comprar algo o disponerlo. Escoger alternativas biodegradables o compostables. Y por supuesto, rechazar los plásticos de un solo uso o desechables.
¿Ustedes qué opinan?
Nos leemos,
Karla