Estamos acostumbrados a escuchar que los árboles son importantes porque filtran el dióxido de carbono y producen el oxígeno que respiramos. La realidad es que hay mucho más que sólo eso. Además de ser purificadores de aire, los árboles juegan un papel destacable al brindarnos muchos otros beneficios ambientales.
¿Los árboles son los únicos productores de oxígeno?
No.
Otro integrante indispensable para la vida es el plancton, ya que también produce un gran porcentaje del oxígeno que respiramos.
Según la ciencia, para que una planta se catalogue como árbol, su altura en la fase adulta debe ser de 5 metros o más. Todo aquél que tenga una altura menor (en condiciones normales) es llamado arbusto. Un árbol consta de raíz, tronco y copa alta, mientras que en un arbusto, las ramas nacen desde el suelo, y la copa tiene que formarse con una poda adecuada.
Ambos, árboles y arbustos, aportan diversos beneficios a nuestra vida diaria:
- Sombra: Pueden proporcionar sombra en verano y dejar pasar la luz en invierno, esto dependerá del tipo de metabolismo del árbol, los caducifolios tiran sus hojas en otoño/invierno para volver a formarlas en primavera, mientras que los perennes conservarán sus hojas en cualquier estación del año.
- Regulación de temperatura: Estos organismos nivelan la temperatura, de manera que, en temporadas de calor extremo, la zona cubierta por árboles conservará su frescura.
- Barrera contra el ruido y el viento: La frondosidad de un árbol o arbusto va a determinar qué tantas ondas de sonido pasarán o chocarán contra el mismo. Lo mismo pasará con el viento.
- Conservación de especies de la región: Un árbol nativo es un hogar para millones de organismos que no vemos pero que han existido en nuestra zona a lo largo de los años. Entre los que sí vemos están las mariposas, colibríes, catarinas, abejorros, ardillas, tijeretas, hormigas, arañas, entre otros. No sólo nos beneficiamos nosotros, también lo hace la fauna que vive en nuestra región, tanto los polinizadores como los que sólo requieren de un hogar temporal, alimento o reproducirse.
- Paisaje agradable: La zona poblada de árboles o arbustos, incluso si es sólo uno, mejorará la apreciación y hará que nuestros ojos gocen de una bella vista, ya sea por la belleza del árbol, el color de sus flores, su aroma o por el giro que le aporte al paisaje en general. De hecho, está comprobado que un paseo por un paisaje agradable reduce el estrés, la ansiedad, la depresión, la tensión arterial, la frecuencia cardiaca, el trastorno de estrés postraumático y la hiperactividad. A su vez, se restablece la concentración y la capacidad de atención, se mejora el sistema inmune, se aumenta la energía y la vitalidad, la percepción sensorial, la claridad de pensamiento, la creatividad, la intuición, la curiosidad, el asombro y la calma. Por ende, teniendo árboles cerca podemos disfrutar de una mejor calidad de vida por dichos beneficios físicos, psicológicos y espirituales.
- Prestigio y aumento del valor de un terreno: Si se trata de tu casa, te alegrarás al saber que un jardín o un área verde sube el precio del terreno. Esto pasa debido a los beneficios antes mencionados, además de que un árbol requiere de años de crecimiento y cuidado.
- Captación y ahorro de agua: Si vas a plantar un árbol, debes saber que una vez que éste alcance cierta madurez, no necesitará que lo riegues. Por su tamaño, la raíz del árbol será capaz de captar el agua que requiere para vivir desde la profundidad del suelo, donde el agua y la humedad son más abundantes.
- Menor erosión del suelo e inundaciones: El árbol, al consumir el agua de lluvia por medio de la absorción de la misma a través del suelo, disminuirá la probabilidad de que la ciudad sufra inundaciones. Por otro lado, se conservará la fertilidad del suelo al no desgastarse con factores externos, sumado a que el árbol actuará como un soporte y, al caer sus hojas, cubrirá parte del suelo con materia orgánica que seguirá nutriendo la tierra cíclicamente y refugiando fauna que también brinda beneficios al entorno.
- Purificación del aire: Nuestro oxígeno proviene en parte de ellos, además, el polvo que se genera en las ciudades es filtrado o atrapado por las hojas de estos árboles, lo que dará como resultado un ambiente más limpio.
Ahora que estás enterado de las diversas formas en las que un árbol mejora nuestras vidas, anímate a plantar el tuyo. La clave está en elegir especies que vayan acorde a tus necesidades y a la zona en la que vives, ¡recuerda que crecer será más fácil para ti y para tu árbol si eliges especies regionales! Ahorrarás energía, agua, tiempo y dinero.